Son cada vez más frecuentes en Rusia los casos en que la Policía se presenta en diversas empresas e instituciones para comprobar, si tienen instalados programas informáticos ilegales. Encontrarlos no es difícil: un 71 por 100 de las compañías en Rusia usan programas piratas, según las estimaciones de IDC. En la industria alimenticia, el nivel de la piratería informática se calcula en torno al 80%; en la publicitaria, el 76%; en la ingeniería y la producción, el 74%. Los más disciplinados son los sectores del gas y el petróleo, donde la piratería no rebasa el 66%, así como los bancos y las aseguradoras, con el 60%.
La requisición de ordenadores con programas sospechosos es capaz de paralizar todo el negocio, de manera que muchos usuarios corporativos se han lanzado ya a comprar productos que tienen licencia
Vladímir Kalinichenko, director de una empresa textil de Cheliabinsk, dijo que el trabajo quedó parado hace más de un mes. Justo el día de la inspección, él acababa de pagar una factura por las licencias del distribuidor oficial de Microsoft pero los agentes de la Fiscalía no repararon en la circunstancia.
En marzo, se llevaron a cabo inspecciones similares en muchas aseguradoras rusas, reveló Iolanta Pranzkevicene, asesora legal de BSA, alianza que agrupa a los mayores productores mundiales del software.
La movilización policial disparó al alza los ingresos de las respectivas empresas. Kira Kiriukhina, jefa de relaciones públicas de Microsoft Rusia, admitió "un drástico incremento" de las ventas de Windows y MS Office en estas últimas semanas.
Otros representantes del sector también reconocen que la cartera de pedidos corporativos ha crecido notablemente en lo que va de año. "Se ve que las empresas están haciendo un inventario de sus programas legales para adquirir las licencias que faltan", señaló Félix Muchnik, director general de Softkey.
