Al realizar el martes un ensayo del nuevo misil balístico intercontinental (MBI) RS-24, de ojiva múltiple, Rusia respondió a la creación del sistema estadounidense de defensa antimisil y a los planes de instalar sus elementos en la Europa del Este.
Los misiles RS-24, según el departamento militar ruso, van a reemplazar a los MBI de generaciones anteriores: RS-18 (SS-19 Stilet, en la clasificación occidental) y RS-20 (SS-18 Satan), capaces de portar seis y diez ojivas, respectivamente. El nuevo modelo, según Defensa, cumple con todos los requisitos previstos en los acuerdos internacionales sobre la reducción de armas nucleares estratégicas.
El experto ruso Vladímir Yevséiev, del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales, considera que el RS-24 es una combinación de los misiles Topol-M y Bulava-30, desarrollados por el Instituto de Termotécnica de Moscú, el mismo que se menciona como autor del nuevo modelo.
"Rusia planea realizar 7 ó 9 lanzamientos anuales de monobloques cuya vida operativa no rebasa nueve años, de manera que en dotación van a quedar solamente 180 ojivas, que es muy poco", explicó Yevséiev. "El acuerdo sobre la reducción del potencial estratégico ofensivo permite a Rusia tener entre 1.700 y 2.200 ojivas en el año 2012. El lanzamiento del RS-24, con cabezas múltiples, da la oportunidad de incrementar el número de las ojivas y el potencial estratégico de las tropas", agregó él.
Las negociaciones de EEUU con Polonia y República Checa sobre el despliegue de elementos DAM en el territorio de estos países, se encuentran por ahora en la fase inicial pero la prueba realizada ayer por Rusia supone ya una respuesta al plan estadounidense. El lanzamiento coincidió también con la visita a Moscú del primer ministro portugués, José Sócrates, cuyo país asumirá la presidencia de la UE en el segundo semestre de 2007. Habida cuenta de que Rusia procura aliarse con Europa en su antagonismo con EEUU, la coincidencia difícilmente podría calificarse como casual.
