En la cúpula rusa se está barajando la posibilidad de cambiar radicalmente la estructura del Gobierno traspasándole una parte de poderes que hoy pertenecen a la Administración Presidencial, según los datos que obran en poder de Nezavisimaya Gazeta (NG). El peso del primer ministro en la vertical del poder irá subiendo por tanto, en perjuicio implícito de las atribuciones presidenciales, constata el diario.
Fuentes gubernamentales auguran el fuerte incremento del número de vicejefes en el Gabinete. Nadie recuerda que el ex primer ministro Fradkov, destituido en septiembre, tuvo un solo auxiliar en su momento. Vladímir Putin, según NG, no se contentará con la cantidad actual de cinco viceprimeros ministros. Habrá por lo menos tres más: para agricultura, para asuntos sociales y para coordinar a los cuerpos de seguridad. Estos cargos serán creados supuestamente para Víctor Zubkov, actual jefe del Gobierno, Valentina Matvienko, gobernador de San Petersburgo, y Víctor Ivanov, vicejefe de la Administración Presidencial. También es probable que Serguei Ivanov, hoy en día, vicepresidente primero del Gobierno, vuelva a las aguas mansas del Consejo nacional de seguridad.
Otro cambio consistirá, supuestamente, en la división de varios ministerios que fueron fusionados cuatro años antes, en el fragor de la campaña por el recorte del aparato burocrático. El número de las carteras ministeriales podría duplicarse pero algunos de los titulares actuales, en particular, el ministro de Industria y Energía Víctor Jristenko y el de Transporte Igor Levitin tienen perspectivas bastante inciertas en el nuevo Gabinete.
A Igor Sechin le indican como futuro jefe del aparato del Gobierno, en sustitución de Serguei Naryshkin quien podría pasar al cargo de viceprimer ministro para asuntos de la CEI. Observadores locales constatan que Sechin es, tal vez, la única persona que siempre tiene cabida en el equipo de Putin. Otro protegido del actual presidente, el jefe de la dirección de expertos presidenciales Arkadi Dvorkóvich, también será invitado al Gobierno, según la misma fuente.
Putin necesita a Sechin al frente del aparato gubernamental para controlar la actuación de Dmitri Medvédev. Las atribuciones del nuevo presidente se verán recortadas en grado notable, según demuestra la probable aparición de un viceprimer ministro encargado de coordinar a las estructuras de seguridad que, hoy en día, forman parte de las competencias exclusivas del Kremlin. Esta reorganización y la lealtad personal de los jefes militares y de seguridad a Vladímir Putin permiten suponer que el futuro primer ministro - al menos, en la fase inicial del gobierno de Medvédev - tendrá en este ámbito un mayor grado de influencia que el presidente, quien es comandante en jefe de las Fuerzas Armadas según la Constitución.
Los departamentos de RR.HH. en el aparato del Gobierno y en la Administración Presidencial se van a fusionar, de modo que Sechin podrá controlar incluso la contratación de mozas de limpieza en el Kremlin, por no hablar ya de figuras clave. Medvédev, de esta manera, tendrá un margen de autonomía política mucho menor de lo que prevé para el presidente la Ley Fundamental aunque, formalmente, las cláusulas constitucionales serán respetadas.
El comedor que se encuentra en el sexto piso de la residencia gubernamental lleva varios meses en obras. Se rumora que el personal ordinario dejará de tener acceso a esta sala, y que en el centro de la misma se instalará una fuente de agua para amenizar el oído de la gente VIP. Paralelamente, van reparando el gimnasio ubicado en uno de los edificios de complejo gubernamental. Para Putin se crea un gimnasio aparte que estará cerca del despacho del primer ministro.
