Moscú, 25 de julio, RIA Novosti. Las autoridades de la autoproclamada república de Trasnistria, escindida de Moldavia hace 19 años, consideran que el reconociendo de su independencia es un aval de libertad y seguridad para sus ciudadanos.
"Para Trasnistria la independencia no es un objetivo. Nuestra estrategia es garantizar las libertades y derechos de nuestros ciudadanos y la independencia es el instrumento que garantizará que esas libertades y derechos serán respetados", dijo el ministro de Asuntos Exteriores de la región separatista, Vladimir Yastrebchak.
El funcionario indicó que la política de las autoridades de Trasnistria se corresponde con la voluntad de la población expresada en referendos celebrados en consonancia con las normas democráticas reconocidas por la comunidad internacional.
Subrayó que el último plebiscito celebrado en Trasnistria en septiembre de 2006, el 97 % de los votantes se manifestaron a favor de la independencia y el fortalecimiento de las relaciones con Rusia en todos los frentes.
Recordó que poco antes de la desmoronamiento de la Unión Soviética, el 2 de septiembre de 1990, cinco regiones moldavas en la orilla izquierda del río Dniéster proclamaron la formación de la República Soviética de Trasnistria en el seno de la URSS.
Posteriormente, tras el colapso soviético, Trasnistria se proclamó en república independiente en respuesta a las consignas promovidas por las autoridades de Moldavia de unificarse con Rumania.
Para sofocar los ánimos separatistas, las autoridades moldavas introdujeron en 1992 tropas en Trasnistria desatando un conflicto armado que concluyó con la derrota de las tropas moldavas y la aparición de facto de una nueva república, que hasta el momento no ha sido reconocida a nivel internacional.
La seguridad y estabilidad en la zona que divide Trasnistria y Moldavia está a cargo de tropas de paz integradas por militares de Rusia, Ucrania Moldavia y Trasnistria.
En el proceso político para regular la situación, Trasnistria insiste en el reconocimiento de su independencia, pero Moldavia rechaza esa variante y ofrece en cambio una amplia autonomía a los separatistas.
