Los jefes de los países miembros de la Liga Árabe declararon hoy que “rechazan los intentos de Occidente de inmiscuirse en sus asuntos internos bajo pretexto de proteger a unas minorías”, en primer lugar, a los cristianos de Oriente Próximo.
“Los países árabes confirman su decisión a luchar contra el terrorismo, pero advierten contra unas acciones que pueden sembrar discordia por motivos étnicos o religiosos entre los ciudadanos de uno u otro Estado”, dice una declaración emitida este miércoles al cierre de la cumbre económica de Sharm el Sheikh.
Los máximos líderes de los países árabes declararon asimismo que adoptan todas las medidas necesarias para defender a sus ciudadanos, sin distinción de sus creencias. Además, recordaron que los cristianos y los musulmanes coexistieron pacíficamente en los países árabes durante siglos.
A finales de 2010 y comienzos del año en curso, en Iraq y Egipto se cometieron ataques contra iglesias, en los que murieron unos cristianos locales.
Varios países europeos (Italia, Francia, Polonia y Hungría) propusieron a la Unión Europea estudiar y aprobar medidas concretas en relación con las persecuciones a los cristianos, las que se hicieron más frecuentes últimamente, en opinión de la parte europea. El pontífice Benedicto XVI exhortó a los Gobiernos de Oriente Próximo a tomar medidas eficaces para proteger a las minorías religiosas.
