El dispositivo ruso a bordo del Curiosity demuestra su eficacia tras un año en Marte

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El pasado 6 de agosto el robot Curiosity finalizó su viaje espacial con el descenso sobre la superficie de Marte para descubrir indicios de vida pasada en el planeta rojo.

El pasado 6 de agosto el robot Curiosity finalizó su viaje espacial con el descenso sobre la superficie de Marte para descubrir indicios de vida pasada en el planeta rojo.

El jefe de laboratorio del Instituto de Exploraciones Espaciales de Rusia, Ígor Mitrofánov, diseñador de uno de los dispositivos de a bordo del vehículo, habla a RIA Novosti sobre los hallazgos del explorador y de los planes para el futuro.

- La siguiente misión de Curiosity, según los expertos de la NASA, es subir al Monte Sharp en el centro del cráter Gale. ¿Por qué es importante?

— Ahora se dirige a la meta de su misión, las laderas de una enorme y misteriosa montaña, el Monte Sharp, que preserva, en sus muchos niveles de sedimentos, una historia de las 9 cambiantes condiciones ambientales de Marte.

Curiosity se encuentra en el fondo del cráter Gale, que en algún momento era un lago. Los científicos creen que la montaña, situada en el centro de la cuenca, está formada por restos de capas de sedimentos que alguna vez (hace aproximadamente 3.500 millones de años llenaron el cráter. Con el tiempo y por un proceso que no se comprende bien, los sedimentos fueron arrastrados, dejando lo que hoy se conoce como Monte Sharp, que los científicos esperan revele la historia geológica de Marte.

El explorador intentará subir esa ladera hasta cruzar los 800 metros de altura, el nivel que parece separar las áreas que en el pasado pueden haber sido húmedas de los territorios más secos de Marte. Ahora, Curiosity está en camino al Monte Sharp, una estructura de 4.8 kilómetros de alto, consiguiendo superar  hasta 100 metros al día. Se podría decir que va atravesando épocas geológicas, de las más antiguas hacia las más “recientes”.

El vehículo está en muy buen estado y esperamos que sea capaz de proporcionarnos información suficiente para reconstruir la historia de este antiguo lago marciano.

- ¿Han celebrado de alguna manera el aniversario del trabajo del Curiosity?

— Sí, trabajando muy duro. Nuestro instrumento está funcionando, nuestros especialistas están de guardia todas las noches ya que la diferencia horaria con Pasadena, California, donde se encuentra el laboratorio de la NASA, es de 12 horas. Es decir, cuando empiezan su jornada laboral, aquí ya es de noche. Por lo tanto, nuestros técnicos trabajan, turnándose, las 24 horas del día.

- ¿Cómo está funcionando el dispositivo que diseño a bordo de Curiosity?

— Según lo previsto. El detector Albedo Dinámico de Neutrones (DAN, por sus siglas en inglés), instalado a bordo del vehículo marciano Curiosity, está diseñado para detectar rastros de agua en Marte. El DAN bombardea el suelo marciano con neutrones generados mediante una reacción termonuclear en su interior, lo que ayuda a penetrar la capa superior del planeta rojo y descubrir agua. Aunque el plazo de “garantía” del generador de neutrones vence en agosto de este año, esperamos que continúe funcionando con normalidad.

Si el generador se estropea, el dispositivo seguirá funcionando de forma pasiva. Podrá detectar “manchas” de agua pero ya no sabremos a qué profundidad se encuentra.

- ¿Cuáles son los principales resultados del funcionamiento del DAN en el año pasado?

— Son tres. El primero es que nuestro dispositivo detectó unas oscilaciones importantes en el nivel de humedad, según avanzaba el vehículo. Es asombroso, porque si las mismas mediciones se llevan a cabo en un desierto de la Tierra serán mucho más homogéneas.

El segundo es que, de acuerdo con los datos transmitidos por el DAN, la capa superior del suelo marciano contiene menos agua que las capas más profundas. Al mismo tiempo en algunos puntos es justo al revés: la capa superior contiene más agua que 10 centímetros más abajo. Es algo sorprendente.

Y el tercer resultado interesante es que, de acuerdo a los datos obtenidos con el Detector de Neutrones de Alta Energía (HEND, por sus siglas en inglés), un dispositivo enviado al planeta rojo en 2001 a bordo de la sonda Mars Odyssey, en Marte tiene que haber más agua de la que estamos viendo en la zona del aterrizaje de Curiosity. La cantidad de hidrogeno detectada por el HEND corresponde a un 5 ó 6% de agua, mientras el DAN instalado en el vehículo ha detectado entre 1 y 3%.

Las oscilaciones en el contenido de humedad en la zona del cráter Gale causan asombro pero pueden indicar que hay una concentración mayor de agua a una mayor profundidad donde posiblemente alcance el 7%.

- ¿En qué forma se encuentra allí el agua?

— Posiblemente en forma de hielo, como, por ejemplo, en Siberia.

- ¿No descarta que en el cráter Gale, situado casi en el ecuador marciano, se den las condiciones de congelación perpetua?

— No lo descarto. Es probable que no sea una capa de hielo maciza. El agua congelada podría estar en los espacios vacíos entre las moléculas de una capa de regolito, la masa de materiales no consolidados, como fragmentos de roca, minerales y otros depósitos superficiales.

Esta distribución del agua podría explicar el hecho de que el DAN haya detectado menos agua en la superficie de lo que esperábamos.

- Durante este año de investigaciones, Curiosity ha podido constatar que Marte pudo albergar vida en algún momento en el pasado. ¿Quiere decir esto que su misión está cumplida?

— Es verdad que la investigación se centró fundamentalmente en verificar la capacidad pasada y presente de Marte para alojar vida. Y este objetivo está alcanzado. Pero nunca podremos decir que Curiosity haya cumplido su misión porque queda muchísimo por descubrir.

Eso sí, el vehículo ha superado con éxito todas las “pruebas”, todos sus equipos y dispositivos han estado funcionando. Ha demostrado, su funcionalidad y eficiencia. Y continuará

- ¿Tiene previsto realizar otros programas de exploración marciana?

— Participamos de manera muy activa en el ExoMars, un proyecto desarrollado por la Agencia Espacial Europea (ESA) y apoyado por la Agencia Espacial Federal Rusa para enviar un satélite a Marte en 2016. Este aparato contará con otro dispositivo nuestro, FREND, un detector de neutrones para medir la presencia de hielo subterráneo, cuyas características técnicas superan con creces las del HEND.

Estamos también desarrollando para el futuro explorador europeo, que se lanzará en 2018, otra herramienta, ADRON, con funciones similares a las del DAN pero sin generador de neutrones.

- La NASA también planea enviar otro vehículo explorador a Marte en 2020. ¿Será para buscar rastros de vida?

— Evidentemente, buscar vida es un objetivo fascinante, pero muy arriesgado. Por esto la NASA dice que el nuevo dispositivo se centrará en estudiar los rastros biológicos que hayan podido dejar los hipotéticos microorgаnismos marcianos en el pasado. Además,  según el equipo científico, el explorador de 2020 deberá ser capaz de guardar cierto número de muestras en un entorno relativamente aislado dentro del vehículo. En una fecha posterior, las muestras serán recogidas por otra misión y enviadas a la Tierra para su análisis en profundidad.

- Curiosity hace unos 100 metros al día. ¿Cree que merecería la pena enviar a Marte un vehículo más rápido para explorar territorios más extensos?

— No creo que sea lo adecuado. Hay otra idea que resulta mucho más atractiva: enviar un aeróstato que pueda volar en la atmósfera de Marte. Se podría crear una estación automática que aterrizara en distintas zonas del planeta rojo, recogiese las pruebas y se trasladara a otro punto. Sería mucho más eficaz que un vehículo que tiene que andar sobre ruedas por un terreno accidentado.

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