Cada vez más rusos quieren prescindir de la Duma, cámara baja del Parlamento ruso, por su ineficacia, escribe hoy el diario Novie Izvestia.
Según una encuesta del Centro Levada, solo el 39% de los rusos creen que la Duma es imprescindible, mientras que el 43% opina que su labor está de más. Desde el 2011 aumentaron en el 11% los ciudadanos que quieren prescindir de la cámara baja del Parlamento.
A la mayoría de los encuestados les son indiferentes las actividades de los legisladores.
Expertos atribuyen esta situación a la creciente brecha entre las necesidades del pueblo y la labor legislativa.
Según el sociólogo Vladímir Rimski, “La Duma está prácticamente cerrada a la población y los ciudadanos se sienten marginados de la toma de decisiones”.
“Las verdaderas discusiones de llevan a cabo en comités y comisiones de la Duma (…) sin que la opinión pública se entere (de su contenido)”, explicó.
Otra causa de la impopularidad de la Duma la autonomía de las decisiones que se toman.
“Vemos como las leyes que proponen el Gobierno y la Administración presidencial casi siempre se aprueban. Y no es cuestión de que sean malas o buenas, lo que sucede es que los ciudadanos tienen la fuerte impresión de que la Duma no hace nada y las decisiones las toma el presidente”, afirmó el sociólogo.
Mientras, las minorías parlamentarias opinan que la caída de la popularidad de la Duma se debe a la superioridad numérica de diputados del partido gobernante que siempre pueden tomar decisiones sin necesidad de consensuarlos con la oposición.
