Por el momento, Rusia no ha conseguido que su economía sea durable, declaró el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, en una reunión dedicada a la implementación de los decretos presidenciales del 7 de mayo de 2012.
“Sigue sin alcanzarse el objetivo de un desarrollo económico sostenible basado en el aumento de la productividad laboral y la modernización de las industrias”, indicó Medvédev.
Según Medvédev, la difícil coyuntura en los mercados mundiales influye en la economía rusa. El primer ministro indicó que la creación de nuevos empleos altamente calificados, la modernización de la producción y la formación de especialista de alta eficacia siguen siendo los principales objetivos del Gobierno.
“Los ministerios correspondientes, las compañías con participación pública, las empresas en general y los líderes de las regiones deberán continuar este trabajo de manera coordinada”, subrayó Medvédev.
La creación de condiciones propicias para atraer capitales también está entre las prioridades del Gobierno que, según Medvedev, seguirá examinando los programas de inversión de las empresas con participación pública y los monopolios naturales.
El primer ministro apreció los resultados de la iniciativa “Gobierno Abierto” que permitió someter decenas de proyectos de ley a la evaluación pública.
