Tras una fuga química en Virginia Occidental, EEUU, unas 90 personas solicitaron ayuda médica, informaron medios nacionales.
El derrame tuvo lugar el jueves en la planta Freedom Industries, en la ciudad de Charleston. Según las autoridades locales, unos 19.000 litros de sustancias químicas llegaron hasta el río Elk que sirve para el suministro de agua potable.
El mismo día el gobernador de Virginia Occidental declaró el estado de emergencia en cinco condados prohibiendo el uso del agua del grifo para cocinar o ducharse. Más tarde, la medida se extendió a cuatro condados más.
El Centro de Toxicología de Virginia Occidental indicó que el sábado el número de personas que solicitaron ayuda médica ascendió a 90, 10 de ellas fueron hospitalizadas.
La directora del centro, Elizabeth Scharman, precisó que su organización recibió desde la fuga 787 llamadas telefónicas de personas que se encontraban mal y 54, por el mal estado de animales domésticos. La mayoría de las víctimas indicaron que tenían náuseas, vómitos, problemas digestivos, dolor de cabeza e irritaciones cutáneas.
Unas 300.000 personas quedaron sin agua potable. Se estima que la situación durará aún algunos días más. Las autoridades enviaron al lugar del accidente 1,4 millones de litros y en breve mandarán otros 1,6 millones.
