Preguntado sobre la información de medios internacionales acerca de la posibilidad de suministrar las embarcaciones a China o Brasil, el experto señaló que "estos ejemplos (…) entran en esta categoría (de clientes potenciales)".
Coldefy aclaró que los buques de proyección y mando se encuentran entre los equipos navales más sofisticados que se puede suministrar al extranjero, ya que los portaviones de propulsión nuclear y los submarinos nucleares no son exportables.
"Técnicamente es lo que motivó la demanda rusa en 2011, los buques ofrecen una capacidad de proyección de fuerzas militares o civiles sin igual, conservando de manera permanente el control instantáneo al más alto nivel de fuerza", agregó el almirante retirado.
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El Kremlin informó también que Francia había trasferido el importe correspondiente y que podría disponer libremente de los dos navíos, una vez que se devolvieran los sistemas rusos instalados a bordo.
El contrato para la entrega de los dos buques Mistral, por un monto de 1.200 millones de euros, fue firmado en 2011 entre la empresa francesa DCNS y la rusa Rosoboronexport.
Sin embargo, París suspendió la entrega de las embarcaciones, alegando que veía imposible suministrar armamento a Moscú tras la escalada de la crisis en el este de Ucrania.