“Debemos tomar medidas duras, como un castigo por la violación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU”, dijo en una reunión con el vicepresidente del Comité de Defensa y Seguridad del Senado ruso, Frants Klintsévich.
Solo de esta forma se puede “asegurar la confianza de la comunidad internacional y obligar a Corea del Norte al diálogo”, argumentó el diplomático.
“El Gobierno norcoreano dejó claro que no renunciará a las armas nucleares”, según Park Ro-byug.
El pasado 6 de enero Pyongyang declaró haber realizado su primera prueba de una bomba de hidrógeno.
Aunque se cuestionó que fuese precisamente una bomba de este tipo, expertos de varios países coincidieron en que Corea del Norte volvió a violar las resoluciones de la ONU que le prohíben ensayos nucleares.