Según algunas fuentes, dos terroristas suicidas detonaron su carga de explosivos en un mercado de Al Sadr, distrito de población mayoritariamente chií al este de Bagdad.
El atentado fue reivindicado por Daesh (autodenominado Estado Islámico), el grupo declarado terrorista por la ONU y prohibido en numerosos países, entre ellos Rusia.
Desde 2014 una parte del territorio de Irak y de la vecina Siria está controlada por los yihadistas que perpetraron numerosas atrocidades en las zonas ocupadas, entre ellas ejecuciones masivas, secuestros y violaciones sistemáticas.
La violencia en Irak causó la muerte de 849 personas en el primer mes de 2016, informó la Misión de Asistencia de la ONU para este país (UNAMI, por sus siglas en inglés), 490 de los fallecidos son civiles y 359 son miembros de las Fuerzas de Seguridad del país.