Según un comunicado de la Cancillería rusa, Lavrov "volvió a llamar la atención a que la frontera turco-siria está repleta de agujeros y, según nuestra información, se aprovecha para los envíos de radicales a través de Turquía a Siria".
Se agregó que Kerry y Lavrov "se centraron en la necesidad de cerrar (la frontera) lo que exige que las medidas necesarias sean acordadas lo antes posible, incluso vía el Consejo de Seguridad de la ONU".
El Ministerio ruso de Defensa culpó anteriormente a Turquía de apoyar a los terroristas en Siria con armas y de facilitar el traslado de combatientes a través de su territorio en reiteradas ocasiones.
Ankara también fue acusada de comerciar petróleo con Daesh (Estado Islámico), proscrito en Rusia, lo que confirmaron los Ministerios de Defensa de Grecia, Rusia e Israel.