Los niveles de radiación se descubrieron el 8 de julio, después de que el equipo de investigadores noruegos tomase muestras del agua de una de las tuberías de ventilación del submarino. Se tomaron tres muestras a lo largo del día: dos por la mañana y otra por la tarde. Las de la mañana fueron normales, pero la medición de la tarde arrojó un nuevo récord en los niveles de radiación. Y es que la última vez que se midió fue hace 12 años y en aquel entonces el nivel era algo más bajo.
ROV checks radiation at deep-sea sub wreak near Bear Island. https://t.co/gvst3rIdNV #Komsomolets #Radiation #Submarine #Nuclear #Plutonium pic.twitter.com/EmoXWuLTXu
— The Barents Observer (@BarentsNews) July 8, 2019
Sin sorpresas
La jefa de la expedición, Hilde Elise Heldal, dice a la prensa noruega no estar sorprendida por el hallazgo, ya que una expedición rusa realizada en 2007 ya había detectado emisiones radiactivas. Elise Heldal advierte esta vez de que los resultados son preliminares y de que van a examinar las pruebas más a fondo.
Slik ser den sovjetiske atomubåten "Komsomolets" ut i dag – 30 år etter at den sank i Norskehavet. Forskerne fikk de første bildene av vraket sent søndag kveld. pic.twitter.com/4QBMB3svPv
— Direktoratet for strålevern og atomsikkerhet (@Straalevernet) July 8, 2019
Eso sí: que los niveles de radiación del Komsomolets sean 100.000 veces superiores a los normales no entraña peligros para la seguridad de la tripulación del GO Sars, la nave a bordo de la cual se está estudiando el submarino accidentado. De hecho, "puedes pescar de forma segura en estas áreas del norte", asegura Elise Heldal.
La ventilación es la clave
¿Por dónde se filtra esa radiación? Las mediciones de la mañana fueron normales, pero por la tarde los investigadores observaron una pequeña nube de polvo elevarse desde el orificio de ventilación donde se habían realizado las anteriores mediciones. Creen que esa misteriosa nube asciende cada cierto tiempo desde el submarino por ese agujero y que la contaminación radiactiva, por tanto, se libera de vez en cuando.
Y es que ese orificio de ventilación está directamente conectado al reactor nuclear. Elise Heldal cree que la nube la pueden estar causando las corrientes oceánicas, las mareas u otros movimientos oceánicos.
En 2019 se cumplen 30 años desde que el Komsomolets se hundiese no muy lejos de las costas noruegas tras sufrir una explosión y posteriormente un incendio. La nave llevaba dos reactores nucleares, dos torpedos con cabeza nuclear y 16 misiles de largo alcance. Murieron 41 tripulantes.