"Las acusaciones en relación con Dia y Grupo Zed no corresponden a la realidad y son calumniosas", dijo el interlocutor.
Al magnate ruso se le acusa de maniobras irregulares que provocaron la quiebra de la compañía española de servicios móviles Zed para luego poder adquirirla por "un precio irrisorio", una estrategia que habría podido aplicar a Dia.
"En realidad, Dia sufrió por una mala gestión y las infracciones anteriormente detectadas en la contabilidad, lo que provocó un impacto negativo sobre todos los accionistas, incluido LetterOne", explicó el portavoz del empresario.
"Apoyamos Dia y asumimos la responsabilidad de invertir 1.600 millones de euros para proteger los puestos de trabajo y los intereses de proveedores, para no cerrar los supermercados y salvar al importante minorista español", dijo el portavoz de Fridman.
La Audiencia Nacional de España anunció este 24 de octubre que investigará la denuncia contra Fridman en relación con la compra de Dia.
Se trata de un nuevo proceso judicial contra el ruso, que ya está imputado por supuestos delitos contra el mercado, administración desleal, insolvencia punible y corrupción en los negocios.