"En la situación en que se encuentra hoy la Compañía resulta necesario obtener una suspensión temporal de ejecución que la proteja de las demandas de sus acreedores y otras partes interesadas; y, al mismo tiempo, le permita continuar operando con sus principales activos, proveedores, partes financistas, reguladores y trabajadores, mientras estructura una reorganización vinculante para ser viable financieramente en un escenario post pandemia", señaló en un aviso remitido el 26 de mayo a la Comisión para el Mercado Financiero de Chile.
El comunicado añade que "el Directorio, por la unanimidad de sus miembros, ha resuelto que LATAM Airlines comience un proceso de reorganización en los Estados Unidos de América".
La reestructuración, según la nota, involucra a las filiales de Chile, Colombia, Perú, Ecuador, Estados Unidos de América, Islas Caimán y Países Bajos. Las filiales de Argentina, Brasil y Paraguay no están incluidas en este procedimiento.
El comunicado recuerda que LATAM Airlines tuvo que paralizar más del 95% de sus operaciones debido a la crisis del COVID-19.
Según LATAM, la reorganización acorde al Capítulo 11 de los EEUU es diferente al concepto de otros países y "no es un procedimiento de liquidación".
El 22 de mayo, el grupo chileno informó del cese de unos 450 empleados pertenecientes, en su mayoría, a las filiales de Chile, Perú, Ecuador y Colombia. Estos despidos se sumaron a los de otros 1.400 trabajadores que la semana anterior también fueron desvinculados de la compañía debido a " las graves consecuencias de la pandemia del COVID-19".