Como lo adelantó el domingo 5 el Ministerio de Economía, el Gobierno entregó a la Comisión de Bolsa y Valores de los EEUU una nueva enmienda a la oferta de reestructuración de deuda pública en moneda extranjera. Esta constituye solo una parte del pasivo que mantiene el país sudamericano pero es la más apremiante de resolver puesto que expone al Estado a nuevos litigios, como los que vivió a principios del siglo.
"El Gobierno argentino está muy confiado de que va a conseguir un apoyo mayoritario. Obviamente no va a ser del 100% pero el objetivo es tratar de superar el 65% del total. Creo que después de esta oferta el trabajo va a ser de los bancos organizadores del canje: el Bank of America y el HSBC para tratar de sumar más adhesiones a las que ya se manifestaron", dijo a Sputnik el economista y periodista Alfredo Zaiat.
Los fondos Gramercy y Fintech fueron los primeros en aprobar la propuesta del Ejecutivo de Fernández, apenas algunas horas después de efectuada. La noticia repercutió en las acciones del país en Wall Street que subieron más de 20% durante la jornada. Por su parte, Black Rock —fondo de inversión más grande del mundo y uno de los mayores acreedores— no dio indicios de aceptar la propuesta, por lo que un juicio por su parte no se puede descartar en el futuro.
"La primera propuesta fue un reconocimiento de 40 dólares cada 100. Ahora el promedio ponderado de ese reconocimiento subió a 53,5 dólares. O sea que hubo casi un 30% de mejora a la oferta inicial, mientras que los acreedores partieron de 70 dólares. (…) Creo que lo relevante es cómo ha sido el proceso de negociación que, a diferencia de otros países e incluso de los antecedentes de los gobiernos neoliberales en Argentina, se trató de negociar dentro de los estrechos márgenes que le brinda el sistema financiero internacional, también la situación económica social y política, y lo hizo con dignidad", completó el economista.