"El mundo está en desorden. La economía está en caída libre. La pandemia ha mostrado nuestra fragilidad", recalcó.
Según el secretario general, regiones enteras, que lucharon contra la pobreza y lograron resultados significativos, retrocedieron varios años en unos pocos meses. La desigualdad en algunos países se agrava por el hecho de que los hospitales privados e incluso las personas particulares pueden llevarse equipos valiosos.
Guterres estimó que el mundo ha experimentado la recesión más profunda desde la Segunda Guerra Mundial y que 100 millones de personas más podían sumergirse en la pobreza extrema.
"Una hambruna de proporciones históricas puede surgir ante nuestros ojos", alertó.
Asimismo, el coronavirus ha demostrado que la gente se equivocaba en muchas cuestiones fundamentales.
"Pone de relieve las ideas falsas y los engaños generalizados: que el libre mercado puede proporcionar una atención médica universal, que vivimos en un mundo posracista, que todos estamos en el mismo barco. De hecho, mientras que todos estamos en el mismo mar, es obvio que algunos lo surcan en superyates mientras que otros se aferran a escombros flotantes", expresó.
"Un nuevo contrato social entre los gobiernos, la población, la sociedad civil, las empresas y otros interesados debería abarcar el empleo, el desarrollo sostenible y la protección social sobre la base de la igualdad de derechos y oportunidades para todos", subrayó.
Según los datos de la Universidad Johns Hopkins, más de 14,5 millones de personas en todo el mundo han sido infectadas por el coronavirus y más de 606.000 han muerto.