¿Por qué Occidente no acusa a Kiev de atacar las infraestructuras estratégicas rusas?

La agencia atómica mundial no nombra al culpable de los ataques contra la central nuclear de Zaporozhie porque Occidente no está dispuesto a condenar las acciones de Ucrania, señala a Sputnik el doctor en Ciencias Políticas Alexandr Gúsev. Además, los países occidentales "tienen interés en la escalada" del conflicto entre Rusia y Ucrania, añade.

En opinión del analista político, es sabido quién es el responsable de los atentados. Sin embargo, "el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ni siquiera reprendió a Ucrania", indica.

"Pero hasta un ciego podría ver que el régimen de Kiev está detrás de estos ataques. Zelenski anunció el 2023 que pasaba al plan B. ¿Y cuál es el plan B? Se trata de sabotajes, actos terroristas en territorio de Rusia y en las instalaciones bajo control ruso", subraya Gúsev.

Los intentos de culpar a Rusia resultan ridículos, opina el profesor. Por parte de Moscú, sería "poco constructivo e ilógico" destruir sus propias infraestructuras estratégicas y a sus ciudadanos, explica.

"Está claro para cualquier persona razonable que Kiev está detrás de esto, y está claro para todo el mundo, incluso para Occidente", apunta.

Moscú debe reforzar la seguridad de todas sus instalaciones nucleares, ya que Kiev también tiene como objetivo las infraestructuras que están tanto en las nuevas regiones rusas como en el resto del país, afirma. "También están tratando de golpear la central nuclear de Kursk", argumenta el analista político.

"Las autoridades de Kiev no se arredran ante nada, para ellas cuanto peor, mejor. Se dan cuenta de que nunca tomarán el control de la central nuclear de Zaporozhie, de lo contrario no la habrían bombardeado", concluye Gúsev.

El 11 de abril se celebró una sesión extraordinaria de la Junta de Gobernadores del OIEA convocada a iniciativa de Rusia tras los ataques de las FFAA ucranianas contra la central nuclear de Zaporozhie.

La instalación está situada en la orilla izquierda del río Dniéper, cerca de la ciudad de Energodar. Es la mayor central nuclear de Europa en cuanto a número de unidades y capacidad instalada: tiene seis unidades de potencia de un gigavatio cada una. El objeto estratégico está bajo control ruso desde el 30 de septiembre de 2022, cuando la región de Zaporozhie se incorporó a Rusia.

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