Brasil testará el próximo agosto en Rusia el sistema de antiaéreo de medio alcance Pantsir-S1, según informó este viernes el Ministerio de Defensa brasileño.
Según el mismo, el pedido para el test fue efectuado por el Gobierno brasileño durante la visita del presidente ruso, Vladimir Putin, al país esta semana.
El acuerdo alcanzado entre ambos gobiernos estipula que una comitiva militar brasileña viajará a Moscú para presenciar una prueba del equipamiento por parte de las Fuerzas Armadas de Rusia, el objetivo será identificar la manera de integrar el nuevo sistema a las necesidades de combate y protección de Brasil.
La falta de artillería de media altura es uno de los principales defectos de la defensa brasileña, por lo que en 2012 el gobierno comenzó las negociaciones para adquirir el sistema Pantsir, que en la actualidad no posee ningún país de Latinoamérica.
Esta tecnología permite abatir objetivos a hasta los 20 kilómetros de distancia así como hasta los 15 kilómetros de altura.
Las negociaciones se cerraron tras el compromiso bilateral firmado entre Putin y Rousseff en Fortaleza que estipula que el gobierno de Brasil pagará una cantidad que no sobrepase los 1.147 millones de dólares por un conjunto de cinco baterías antiaéreas del modelo Pantsir y otras dos del modelo Igla de baja altura.
El acuerdo incluyó además el aumento de la transferencia de tecnología militar entre ambos países y la adquisición de tres sistemas de control y alerta de media altura por 313 millones de dólares, que serán fabricados en Brasil.
La adquisición de los sistemas Pantsir e Igla forma parte del plan del gobierno de Brasil de garantizar el blindaje de sus cielos durante las próximas Olimpiadas de 2016 en Río de Janeiro, aunque la adquisición y puesta a punto del sistema para esa fecha parece improbable.
“La posibilidad de que los equipamientos lleguen para las Olimpiadas existe. Todo dependerá de cómo evolucionen las negociaciones hasta final del año. Sería anticipado darlo por hecho en estos momentos”, afirmó el general José Carlos de Nardi, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas brasileñas que lidera las negociaciones.
