Especialistas nipones tuvieron que suspender las obras en el reactor número dos de la central averiada de Fukushima-1 a causa de un alto nivel de radiación, todo el personal fue evacuado de la zona después de que el nivel radiactivo detectado ascendiera a 500 milisievert por hora, informó hoy la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial de Japón.
El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social de Japón aumentó de 100 a 250 milisievert la dosis máxima permitida de radiación para técnicos nucleares, al calificar la decisión de “inevitable debido a las circunstancias actuales”.
Mientras tanto, se registraron nuevas subidas de temperatura en el primer reactor de la central, no obstante, especialistas descartaron que el hecho represente peligro.
A su vez, la agencia Kyodo reportó este miércoles sobre contaminación radiactiva de agua en uno de los sistemas de depuración de Tokio. Las autoridades capitalinas pidieron a los ciudadanos abstenerse de beber agua del grifo.
Horas después, las autoridades municipales de Tokio resaltaron que su llamamiento a abstenerse de consumir agua del grifo se refiere sólo a los bebés recién nacidos. “En caso de que no haya posibilidad de adquirir agua embotellada, el ayuntamiento no está en contra del uso de agua corriente”, señalaron las autoridades en una rueda de prensa, citada por la cadena NHK.
Anteriormente las autoridades introdujeron ciertas restricciones sobre el suministro de productos de cuatro prefecturas niponas por exceder la dosis radiactiva permitida. El primer ministro nipón, Naoto Kan, llamó a los ciudadanos abstenerse de consumir 11 tipos de verduras procedentes de la prefectura de Fukushima.
Un sismo de 9 grados de magnitud sacudió el 11 de marzo la costa noreste de Japón. El movimiento telúrico provocó un tsunami con olas de más de 10 metros.
La catástrofe natural originó una situación de emergencia en la central nuclear de Fukushima-1 donde los fallos del sistema de refrigeración provocaron incendios y explosiones en varios reactores, con las subsiguientes fugas de radiación que obligaron a las autoridades a evacuar a la población en un radio de 20 kilómetros en torno a la planta y prohibir los vuelos en un perímetro de 30 kilómetros.
