El tifón Pablo, conocido internacionalmente como Bopha, el más fuerte de los últimos 20 años que azotó el sur de Filipinas a primeros de este mes, dejó un saldo de 906 muertos, 932 desaparecidos y 2.700 heridos, informaron hoy fuentes de la Defensa Civil del país.
Según la entidad, el tifón causó daños a casi 150.000 viviendas de las que más de 60.000 quedaron destruidas por completo. Más de 850.000 personas permanecen en refugios y centros de evacuación. En total, el temporal afectó a 5,5 millones de habitantes del “país de siete mil islas”.
Entretanto, en la ciudad de Baganga de la provincia de Davao Oriental, una de las más damnificadas por el Bopha, se registró un brote de infecciones intestinales que ya se cobró tres vidas humanas, informó este viernes el portal GMA News. Las autoridades prometieron acelerar el envío de medicinas a esta región.
Cada año una veintena de tormentas y tifones azota al archipiélago de Filipinas durante la temporada de lluvias que dura de junio a diciembre. Más de cien personas murieron a raíz de las inundaciones que ocurrieron en la región de la capital del país, Manila, el pasado mes de agosto. Pero el más devastador fue un tifón del año 1991 el que causó la muerte a 6.000 habitantes de la isla filipina de Leyte.
