Un fallo de motor provocó hoy la caída de un caza MiG-31 cerca de Vladivostok, en el este de Rusia, pero ambos pilotos lograron eyectarse, informó el Ministerio ruso de Defensa.
“Uno de los motores falló durante el vuelo. Los tripulantes desviaron el avión a una zona segura y se catapultaron”, declaró un portavoz de Defensa.
Ambos pilotos, según esta fuente, “fueron trasladados a un hospital militar de Vladivostok y su salud no corre peligro”. Se trata de aviadores experimentados, cada uno de los cuales tiene dos mil horas de vuelo a sus espaldas.
Ya se formó una comisión para investigar las causas de lo ocurrido. Sus miembros, entre ellos expertos del Servicio de seguridad aeronáutica de la Fuerza Aérea de Rusia, se desplazarán en las próximas horas al lugar de la catástrofe.