Las operaciones de rescate de ocho mineros en una mina de oro en Nicaragua siguen contrarreloj, informaron este lunes fuentes oficiales.
“Lo que está disipando las esperanzas es que los mineros que aún faltan hayan sido arrastrados hasta la profundidad de la mina por la avalancha de lodo que cayó con el deslave que se produjo, pero se sigue trabajando hasta encontrarlos vivos o muertos”, ha dicho el representante del Gobierno en el Caribe Norte, Marvin Sánchez.
Cerca de 40 personas se están dedicando las 24 horas del día a las tareas de rescate en el interior del yacimiento de oro El Comal en Bonanza. Las dificultades son enormes “porque hay una caída libre, es decir, un abismo de más de 1.000 metros de profundidad", han informado fuentes gubernamentales. “El calor es sofocante”.
Se informó anteriormente que 22 mineros ya lograron salir del yacimiento, tras el derrumbe de lodo producido el jueves pasado. Siete de los trabajadores tienen menos de 30 años, el más joven 18 y el de más edad Absalón Bork Lam, 48 años.
Familiares y amigos aguardan en la superficie. La madre de uno de los mineros ha explicado en la televisión regional que “sólo esperamos un milagro”.
“Algunos se tiraron al suelo a llorar y a dormir, pero si todos nos quedábamos así, era esperar la muerte”, ha explicado a Nuevo Diario Roger Darce, de 30 años, uno de los 20 mineros rescatados que recuerda con "terror" la pesadilla de la que ha sobrevivido.
