El poderoso huracán Odile impactó la madrugada de este lunes en la península de Baja California, fronteriza con EEUU, en las costas de la región turística ubicada entre la ciudad de La Paz y Cabo San Lucas, con vientos sostenidos de 185 km/h, y rachas de hasta 220 km/h, reportó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Hasta el momento no se reportan víctimas entre los 30.000 turistas –la mayoría extranjeros- y pobladores refugiados en los hoteles de la zona turística, la mayoría en Los Cabos, Baja California (1.200 km al noroeste de la Ciudad de México), que se encuentra con una ocupación de 40 por ciento.
Una fuerza de 2.270 efectivos de la Marina y otros cuerpos de protección fueron desplegados, de los cuales 1.050 fueron hacia Baja California, y amplias zonas el servicio eléctrico fue suspendido para evitar tragedias, informó la oficina de Protección Civil federal.
En toda la costa mexicana del Pacífico las medidas preventivas se implementaron con rapidez y temor, con la memoria entre la población de la tragedia ocurrida exactamente hace un año durante las fiestas patrias del 15 de septiembre, cuando los ciclones tropicales Ingrid y Manuel causaron más de 150 muertos y la destrucción de viviendas e infraestructura carretera y eléctrica en el estado de Guerrero (sur).
El huracán Odile se aproximó el domingo con poder de categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson, que tienen un nivel máximo de cinco; y al impactar tierra se degradó a categoría dos como suele ocurrir en estos casos que el fenómeno sale del mar, pero los vientos sostenidos de 175 km/h y rachas de 195 km/h, siguen siendo peligrosos.
En la zona turística hay más de 160 refugios habilitados para 30.000 personas, la mayoría hoteles y hostales de playa, para 22.000 turistas, la mayoría estadounidenses, y 4.000 mexicanos, dijo a periodistas el responsable de Protección Civil del gobierno federal mexicano, Felipe Puente. Unas 6.000 personas habían salido el fin de semana mientras se aproximaba el fenómeno.
Al mismo tiempo, las autoridades ordenaron la suspensión de las clases en toda Baja California Sur y de los festejos de la Independencia de México de España (emprendida en 1810), que se celebra cada año la noche del 15 de septiembre; los puertos fueron cerrados a la navegación mayor y menor, y el aeropuerto local también fue cerrado.
"Se recomienda a la navegación marítima en las inmediaciones del sistema, extremar precauciones", indica la alerta meteorológica del SMN.
El fin de semana partieron de Los Cabos decenas de autobuses de hoteles exclusivos con cientos de turistas extranjeros hacia la ciudad de Tijuana, frontera con EEUU y se saturaron los vuelos de salida –antes del cierre de la terminal aérea–, reportó a la prensa Renato Mandona, presidente de la Asociación de Hoteles de Los Cabos.
El meteoro se ubicó este lunes a las 07H00 (13H00 GMT) a 50 kilómetros al sur de La Paz, y a 105 km al norte de Cabo San Lucas, en el estado de Baja California Sur; y todo el sistema se desplaza a 26 km/h hacia el noroeste, de manera que cruzará toda la península y el Golfo de California, hacia tierra firme mexicana.
"Prevalece la zona de alerta por efectos de huracán desde Punta Abreojos hasta Santa Rosalía, en Baja California Sur", indicó el SMN, mientras el huracán genera precipitaciones torrenciales en toda Baja California Sur, lluvias intensas en el vecino estado de Sinaloa, y muy fuertes en las regiones noroeste y occidente de México.
A lo largo de este lunes en el sur de la Península de Baja California se prevén vientos de huracán superiores a 120 km/h y oleaje de 3 a 8 metros de altura, mientras que los estados costeros vecinos, Sinaloa y Nayarit, los vientos serán de 65 km/h y el oleaje oscilará entre los 2 y 4 metros de altura.
Las bandas nubosas del huracán son tan extensas que se extenderán en un diámetro de hasta 1.000 km, advirtió Protección Civil.
