Seis personas murieron y otras ocho resultaron heridas hoy en un ataque a una sinagoga en el barrio de Har Nof, en el oeste de Jerusalén –parte israelí de la ciudad–.
Entre los muertos están los atacantes, dos palestinos del barrio de Jabel Mukaber, en Jerusalén Este, según fuentes palestinas.
La policía israelí ha informado de que los dos palestinos entraron en la sinagoga Kehilat Bnei Torah a las 07.01 de la mañana, en la calle Shimon Agassi, armados con una pistola y al menos un cuchillo grande y empezaron a disparar y a agredir a los hombres que estaban reunidos en el rezo.
Unos agentes israelíes llegaron a la sinagoga y mataron a tiros a los dos agresores. Dos de los policías que han llegado primero han resultado heridos en el tiroteo que se ha producido.
“Estábamos en la sala, unos 20 o 25 hombres, en mitad del rezo, en la parte más importante, y en ese momento empecé a oír tiros. Me di la vuelta para ver qué pasaba y vi entrar a un muchacho con un revólver que empezó a disparar muy cerca de la gente”, explicó a Sputnik Yosef Posternak, superviviente del ataque.
“En seguida entró otro muchacho con un cuchillo como los que se usan para matar a los animales, grande, iba de un lado a otro hiriendo a la gente. Han disparado sin parar hasta que un chico cogió una silla y forcejeó con uno de los terroristas”, relató Posternak.
“Tras unos segundos, cuando vi que se había calmado un poco la situación, salí disparado por la segunda puerta que hay, fui el único al que se le ocurrió escapar por ahí", relata, "abajo hay una sala de fiestas con una cocina en la que me encerré, vino la policía pensando que estaba encerrado otro terrorista, pero les dije quien era yo, abrieron la puerta y me dejaron salir”, añadió Posternak.
“Mi vecino estaba allí dentro y me dijo que vio a un moro con un cuchillo y otro que empezó a disparar, él se metió debajo de una mesa y se escapó por la puerta trasera de la sinagoga”, explicó Abraham, un joven venezolano que hace diez años que reside en Har Nof.
En este vecindario viven unas 20.000 personas, todos judíos religiosos, unos ultraortodoxos y otros nacional-religiosos.
Esta zona se encuentra alejado de la parte este de la ciudad, la zona palestina, ocupada por Israel desde 1967.
“Nunca me imaginé que pudiera pasar algo así aquí, en este barrio tan tranquilo”, ha subrayado Abraham, que habitualmente reza en la sinagoga donde se produjo el ataque.
Algunos vecinos han contado que uno de los agresores trabajaba como limpiador en la sinagoga y otro en un comercio. Pero Posternak aseguró que la información no era cierta.
“Les he visto bien la cara y no era ninguno de los dos chicos que limpian la sinagoga" cuenta, "tenían los ojos como si les dieran vueltas, como si no estuvieran con nosotros”, describe.
“Con la nueva realidad que estamos viendo en Jerusalén, tenemos que tomar medidas y hay que pedir que no les concedan permisos de trabajo ni les den el visto bueno de seguridad a los árabes”, ha dicho en el lugar del ataque Uri Maklef, diputado del partido religioso Judaísmo Unido de la Torá y vicepresidente de la Knesset (Parlamento israelí).
Los vecinos dicen que en otros barrios de Jerusalén –cerca de la zona palestina y las colonias judías de esta misma parte– se ha reforzado la presencia policial, pero no en Har Nof, ya que se consideraba un barrio donde había pocas posibilidades de que se produjera un atentado.
La policía israelí señaló que los dos asaltantes eran de Jerusalén Este y que podría haber un tercer implicado al que estarían buscando en la zona de Har Nof. Pero luego ha desmentido que hubiera un tercer agresor.
Fuentes palestinas han identificado a los atacantes como Rasan y Udai Abu-Jamal, parientes de uno de los presos palestinos liberados hace tres años en el intercambio por el soldado israelí Gilad Shalit, secuestrado en la frontera entre Gaza e Israel en 2006.
La policía israelí ha rodeado el barrio de Jabel Mukaber y ha arrestado al menos a nueve personas, según un portavoz policial. En este y otros barrios de Jerusalén este se produjeron disturbios.
Ya ayer hubo incidentes en barrios palestinos tras el hallazgo del cuerpo de un conductor de autobús palestino. El cadáver apareció colgado por una cuerda dentro del vehículo que debía conducir en uno de los aparcamientos de autobuses de la compañía israelí Egged.
La familia del muerto aseguró que se trataba de un asesinato y medios palestinos publicaron declaraciones de testigos que afirmaron que el conductor, de 32 años, fue asesinado por colonos israelís. No obstante, la autopsia que le practicaron determinó que se había suicidado.
El movimiento islamista Hamás ha declarado que el asalto de hoy en Har Nof es “la respuesta lógica al asesinato” del conductor de autobús.
