Las pérdidas materiales en Japón por el devastador terremoto y tsunami del pasado 11 de marzo pueden ascender a US$235 mil millones, es decir, al 4 % del PIB, informó hoy el Banco Mundial.
De acuerdo con el último informe sobre "La economía del Asia del Este y el Pacífico" del Banco Mundial (BM), las pérdidas de las compañías privadas de seguros pueden alcanzar US$33.000 millones mientras que el gobierno tendrá que destinar del presupuesto estatal no menos de US$12 mil millones para la reconstrucción de la infraestructura destruida.
"En base a la experiencia pasada, el crecimiento del PIB de Japón disminuirá a mediados de 2011. Sin embargo, en los trimestres ulteriores crecerá en el contexto de una reconstrucción amplia que se prolongará no menos de cinco años", señala el documento.
Según los últimos datos oficiales, a consecuencia del cataclismo murieron o desaparecieron sin dejar rastro más de 21 mil personas. Un terremoto de 9 grados en la escala abierta de Richter ocurrió el 11 de marzo pasado. El seísmo provocó un tsunami con olas de más de 10 metros. Su epicentro se encontraba a 373 kilómetros al noreste de Tokio, con un foco a 24 kilómetros de profundidad.
El cataclismo provocó fallos en sistemas de refrigeración de la central nuclear Fukushima-1, a raíz de lo cual se registraron explosiones en los reactores número uno, dos y tres, así como una explosión y varios incendios en el reactor número cuatro.
En la ciudad Hitati de la prefectura Ibaraki, las autoridades descubrieron una partida de espinacas con un nivel de radiación que supera la norma admisible en 27 veces. En un kilogramo del vegetal se encontró 1931 becquerels de isótopos de cesio radioactivos. La norma es de 500 becquerels.
Asimismo se detectó contaminación radiactiva en leche cruda, 12 veces más del nivel admisible. Sin embargo, estos productos peligrosos para la salud de las personas, no presentan ninguna amenaza porque no fueron comercializados, afirmaron las autoridades del país.
