Ucrania procedió el pasado lunes a modernizar su red de gasoductos sin esperar la participación de Rusia y la Unión Europea a pesar de que le faltan los recursos para ejecutar un proyecto de tal envergadura.
El primer ministro de Ucrania, Mykola Azarov, destacó en la ceremonia del inicio de obras la necesidad de “reducir los gastos del trasiego para ofrecer a los socios ventajas competitivas”. Manifestó la esperanza de que Rusia “cambie de postura” y se implique en el proyecto que, según Kiev, requerirá de una inversión de 5,3 mil millones de dólares en los próximos siete años.
Ucrania espera formar un consorcio con Rusia y la UE para abordar esa tarea y desea que Moscú y Bruselas le garanticen, respectivamente, el suministro y la adquisición de cantidades determinadas, a ser trasegadas por gasoductos ucranianos.
Para empezar, invertirá casi 539 millones de dólares en la modernización del gasoducto Urengoi-Pomari-Uzhgorod, que atraviesa su territorio del este al oeste. El Gobierno ucraniano aportará unos 231 millones de dólares a esta obra prevista para nueve años, y financiará el resto con los créditos que ya solicitó a un consorcio bancario, así como al Banco Europeo de Inversiones y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo.
El politólogo ucraniano Vadim Karasiov opina que la soldadura simbólica de dos tubos, consagrada ayer por la presencia del jefe del Gobierno, marca un hito importante.
“La red ucraniana de gasoductos sigue siendo la ruta más aceptable y la más importante en el transporte del gas ruso a los países de la UE. Ucrania ha sido y será el principal punto de tránsito en el movimiento de recursos energéticos de Rusia y el Asia Central a Europa”, dijo.
Construida en los años 70-80 del siglo pasado, la red ucraniana de gasoductos es una de las mayores del mundo. Trasiega un 80% del gas natural que Rusia exporta a Europa aunque los proyectos rusos Nord Stream, en el mar Báltico, y South Stream, en el mar Negro, podrían despojar a Ucrania de su ventajosa condición de país de tránsito.
Hoy en día, la red abarca tuberías principales cuya extensión suma 37.600 Km y 71 estaciones de compresión con una potencia total de 5.405 megavatios.
