El presidente de Rusia, Vladímir Putin, prometió apoyo a la empresa anglo-neerlandesa Royal Dutch Shell en la ampliación del proyecto petrogasista Sakhalin 2.
“Ha llegado la hora de ampliar este proyecto que es muy provechoso, pero ello requerirá un apoyo considerable”, declaró el consejero delegado de Royal Dutch Shell, Ben van Beurden, al reunirse hoy con Putin en Novo-Ogario, la residencia del líder ruso a las afueras de Moscú.
El jefe del Kremlin, por su parte, dijo estar “muy contento de que la empresa tenga planes de ampliar su negocio” y se comprometió a “prestar el necesario apoyo administrativo”.
En 2009, en el marco del proyecto Sakhalin 2, realizado en la isla rusa de Sajalín, se lanzó la primera planta de gas natural licuado en Rusia. Un año más tarde, con la puesta en marcha de la segunda línea, la capacidad productiva de la planta alcanzó 9,6 millones de toneladas de gas natural licuado al año.
A finales de 2014, Shell, que posee el 27,5% de las acciones menos una de Sakhalin 2, y el gigante gasista ruso Gazprom (50% de las acciones más una) iniciaron el diseño de una nueva línea de gas natural licuado.
Otros accionistas del proyecto son las empresas niponas Mitsui (12,5%) y Mitsubishi Corporation (10%).
