La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, refutó las afirmaciones de que su país haya entrado en el default (impago) y declaró la disposición a proseguir el diálogo con los "fondos buitre", o tenedores de la deuda no canjeada.
La agencia internacional de calificación financiera Fitch colocó el jueves la nota de la deuda soberana argentina en "default parcial" (restricted default), al señalar que el país incumplió pagos al final del periodo de gracia del 30 de julio.
"En default entran los que no pagan, y Argentina pagó (…). Van a tener que inventar un nombre nuevo que refleje que un deudor pagó, que alguien lo bloqueó y que no dejó que ese dinero llegue a terceros", comentó Kirchner citada por el periódico El Día.
Al señalar que Argentina no se niega a seguir negociando con los tenedores de los bonos, de Kirchner declaró al mismo tiempo que seguirá defendiendo los intereses del país usando todos los instrumentos legales previstos en los contratos firmados y en el Derecho Internacional.
"Esta presidenta no va a firmar nada que comprometa el futuro de las próximas generaciones”, dijo.
Anteriormente, Argentina y los fondos acreedores no lograron arreglar el problema de la deuda en una reunión en Nueva York. El Ministro de Economía de Argentina, Axel Kicillof, negó que la situación pueda calificarse como impago técnico, afirmando que Buenos Aires pagó la deuda reestructurada.
Argentina reestructuró el 93% de su deuda, pero los tenedores del 7% restante no aceptaron las propuestas de Buenos Aires y presentaron una demanda judicial exigiendo el pago íntegro.
