El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha arremetido hoy contra el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, al decir que el fraude fiscal que ha confesado “es uno de los más graves en términos cualitativos que se ha conocido en España” y ha avanzado que van a llegar hasta el final.
Hoy ha sido un día aciago para el hombre que ha liderado el proceso independentista catalán hasta hace dos meses, cuando admitió, en un comunicado, haber mantenido dinero escondido en paraísos fiscales durante 34 años sin declararlo en España.
El Parlamento autonómico ha aprobado esta mañana por unanimidad que el dirigente, que ha perdido ya todos sus privilegios políticos y económicos, explique ante los diputados catalanes su fortuna oculta.
"Para salvar el honor de las instituciones, la credibilidad de la Presidencia y los controladores públicos y para devolver el crédito, estamos convencidos de que vendrá a esta Cámara; le exigimos claridad y certezas, explicaciones sólidas, fundamentadas y concretas", ha dicho la diputada socialista Marina Geli.
Pujol todavía no ha confirmado su comparecencia.
La confesión del dirigente nacionalista más carismático ha causado una auténtica conmoción en España. Hoy, una coalición de fuerzas políticas progresistas, entre las que se encuentran Podemos y Guanyem (Ganemos), ha anunciado en una rueda de prensa la que querella que van a presentar ante la Audiencia Nacional contra el clan Pujol (matrimonio y siete hijos), su entorno y contra todos aquellos que sabiendo el fraude lo callaron.
Los movimientos ciudadanos califican de “corruptocracia” lo sucedido en España en estas últimas décadas. El abogado Jaume Asens denuncia que la estrategia de Pujol era “propia de mafiosos”.
Según el expresidente, la fortuna oculta procede de una herencia de su padre, pero hoy hasta el propio ministro de Hacienda ha reconocido que esta confesión podría ser sólo la punta del iceberg. La Policía cifra las "mordidas" de los Pujol “en un 3% para el partido y un 1,5% para la familia”. Y avanzan que la auténtica fortuna de la familia podría alcanzar los 2.000 millones de euros.
