El grupo Tesco ha suspendido a cuatro altos ejecutivos de su central en Reino Unido tras detectar una sobrestimación de los beneficios en las proyecciones de sus resultados financieros.
El líder británico en supermercados y distribución "ha inflado" en unos 250 millones de libras las ganancias estimadas a medio año, que la compañía pública anunció el pasado agosto.
"Hemos detectado un problema grave y hemos respondido con diligencia", ha señalado en la mañana del lunes el nuevo consejero delegado Dave Lewis.
La junta de directores ha encargado a la auditoria Deloitte y a sus consejeros legales externos, Freshfield, la investigación del grave error, al tiempo que estudia la situación financiera real del grupo. Una revisión preliminar apunta a posibles irregularidades en la contabilidad en las operaciones de alimentación en el Reino Unido.
Por lo pronto, cuatro altos cargos han sido suspendidos con efecto inmediato, aunque sus identidades no se han dado a conocer. La confirmación de la supuesta infracción hundió las acciones del grupo en un 10% poco después de la apertura de la bolsa de Londres. El retroceso se contuvo a media mañana en torno al 8%, para cotizar a 211,5 peniques por título. No obstante, se trata de la caída más fuerte entre las grandes compañías del índice bursátil londinense FTSE 100.
"La Junta, mis colegas, nuestros clientes y yo esperamos que Tesco opere con integridad y transparencia", señala Lewis en una nota emitida a los analistas de la City de Londres esta mañana.
Con presencia en 12 países y una plantilla de 530.000 empleados, Tesco tiene su origen en un puesto de alimentación en un mercadillo callejero del Este de Londres. Su expansión internacional de los últimos años fracasó en Estados Unidos mientras que en su propio territorio ha tropezado con el empuje de los supermercados de bajo coste, entre ellos Lidl y Aldi.
Tesco advirtió de un retroceso en sus beneficios el pasado agosto. Era la cuarta vez en tres años que el grupo de distribución líder en el Reino Unido y tercero a nivel mundial informaba a los inversores del deterioro de sus resultados. La caída real está pendiente ahora de la investigación sobre un error de contabilidad del que Lewis solo fue informado el pasado viernes, según ha indicado en conferencia de prensa este mismo lunes.
"Sabemos con seguridad que hay un problema. Dejaremos que la investigación determine si se ha infringido alguna normativa y qué pasos hemos de dar para corregirlo", ha resaltado el consejero delegado.
Tesco anunció, el pasado 29 de agosto, que los beneficios del primer semestre de 2014 rondarían los 1.100 millones de libras, lo cual suponía un descenso de 600 millones de libras respecto al año anterior. Estas previsiones han resultado exageradas en los 250 millones que la compañía estima hoy.
El impacto final no se conocerá hasta la conclusión de la investigación de Deloitte. Por lo pronto, Tesco retrasará la presentación de sus resultados financieros del año hasta el 23 de octubre.
