El Ministerio de Planeamiento de Brasil confirmó el lunes que la previsión oficial de crecimiento del PIB para 2014 pasó del 1,8% al 0,9%.
De esta manera, y tras dos trimestres consecutivos en negativo que permitieron hablar de una "recesión técnica", el presupuesto federal del cuarto bimestre permitió calcular que el crecimiento final en 2014 será de apenas el 0,9%, es decir, el peor resultado desde 2009.
En aquel momento, sumida en los efectos de la crisis financiera global, la economía de Brasil se redujo un 0,33%.
Además, el gobierno brasileño anunció que con el objeto de cerrar las cuentas de 2014 en positivo, algo que supondrá el desembolso de 99.000 millones de reales(41.325 millones de dólares) se recurrirá a los 3.500 millones de reales(1.461 millones de dólares) del fondo soberano que Brasil creó en 2008 como consecuencia del superávit alcanzado aquel año.
Esta reducción oficial ya había sido anunciada en el mes de julio por el ministro de Hacienda, Guido Mantenga, cuando afirmó que habría que "revisar a la baja las expectativas para septiembre".
Sin embargo, a pesar de la rebaja del gobierno todavía se encuentra lejos de los datos aportados por el último informe del Banco Central que tras consultar a más de 100 instituciones financieras situó la expectativa de crecimiento del PIB del mercado financiero en el 0,3%.
Por su parte, el propio Banco Central, que todavía habla de un crecimiento del 1,6%, anunciará una nueva revisión la próxima semana cuando se conocerán los datos de inflación del tercer trimestre de 2014.
En resumen, desde abril de 2013 se ha pasado por una previsión de crecimiento del 4,5%, una del 4% en agosto de 2013, otra del 2,5% de febrero del 2014 y la anterior del 1,8% establecida en julio.
Este continuo descenso en las previsiones de crecimiento del PIB en Brasil hizo que el "Financial Times" hablase de que la mayor economía de Latinoamérica estuviese "bailando el limbo" en 2014.
