A Rusia le conviene fortalecer sus lazos con China, pero no puede convertirse en un vasallo económico del país asiático, opina el presidente del Centro de Intereses Globales en Washington, Nikolái Zlobin.
"China hoy resuelve sus problemas internos en el área política y económica. China prefiere actuar usando métodos económicos y las últimas generaciones de políticos chinos efectivamente han actuado así. Veo que esa tendencia continúa en relación a Rusia, que no puede convertirse en un vasallo económico de China" dijo Zlobin a Nóvosti, haciendo énfasis en que un fortalecimiento de relaciones con China es positivo para Rusia.
El experto añadió que Rusia no debe permitir que China monopolice el acceso al mercado ruso.
"Rusia hace poco no era más que una ‘gasolinera’ para Europa y de repente vemos que, tras ciertos procesos políticos, los europeos se muestran desdeñosos hacia la gasolinera. ¿Qué puede hacer la gasolinera en esa situación? Lo mejor sería cambiar combustible, pero si eso no es posible a corto plazo, lo mejor es buscar otro cliente, aunque por ningún motivo dejar que los chinos se vuelvan nuestro único cliente", dijo Zlobin.
Respecto al llamado "giro asiático" de Rusia, Zlobin comentó que "tras siglos orientándose a Europa, es simplemente imposible reorientarse ahora completamente a Asia".
"Rusia es mucho más cercana a Europa en lo que respecta a la cultura, historia, religión, idioma, procesos políticos y visión de mundo. Así que no se nos puede pasar la mano con la orientación a Asia", concluyó Zlobin.
