En plena crisis financiera, un total de 536 profesores de la Universidad de Sao Paulo (USP) tienen un salario mensual superior al del gobernador del estado, limitado constitucionalmente a 20.662 reales (unos 13.774 dólares).
En total, el 8,7% de los docentes en la que es la mayor y más prestigiosa universidad de Brasil, y la segunda de Latinoamérica, reciben este elevado salario a pesar de que la institución atraviesa su peor crisis económica desde 2013 debido a la falta de financiación.
La situación ha sido denunciada por el Tribunal de Cuentas del Estado en dos ocasiones durante este año de 2014 sin éxito.
Según los datos de pagos de la USP en el mes de septiembre, el mayor salario de la institución ascendió a 24.507 reales (10.213 dólares) , un 18,6% más que el sueldo del gobernador del estado Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Incluso en el mes de septiembre, los tres rectores de las universidades estatales de Sao Paulo exigieron a la Secretaria de Desarrollo Económico y a la Asamblea Legislativa que fijase el techo salarial los investigadores en el 90,25% del salario de un juez del Tribunal Supremo Federal, es decir, 26.533 reales (10.625 dólares).
El argumento utilizado por los rectores para el aumento fue "garantizar el atractivo y el mantenimiento de los talentos académicos en las instituciones de enseñanza estatales", la petición continua bajo análisis.
La especialista en educación superior de la USP, Elizabeth Balbachevsky, opinó que el aumento del techo salarial debe efectuarse para evitar la fuga de docentes al área privada.
"En algunas áreas existe un grave problema de atracción de talentos debido a la gran competencia del mercado", comentó.
Por su parte, el presidente del Sindicato de Trabajadores de la USP, Magno Carvalho, alertó sobre la escalada de salarios al afirmar que "la universidad no está por encima de la ley" y que "es urgente que exista más transparencia en la divulgación de los salarios y las finanzas de la USP".
Cabe recordar que hace apenas un mes, los trabajadores de la USP (limpiadores, vigilantes, jardineros) acabaron con un huelga de casi 4 meses por un reajuste salarial muy inferior al reclamado por los rectores y docentes.
