El mexicano Carlos Slim y la española Esther Koplowitz hicieron hoy oficial el acuerdo en el que el segundo hombre más rico del mundo se convierte en el primer accionista del holding Fomento de Construcciones y Contratas (FCC).
El magnate pagará de 650 a 700 millones de euros por adquirir el 25,6% del grupo empresarial español con sede en Barcelona, tras más de 50 años bajo control de la familia Koplowitz, una de las más ricas de España.
Slim "permanecerá un mínimo de cuatro años en el accionariado de FCC aunque, dada su naturaleza de socio industrial, se estima que su inversión en la empresa española tiene carácter de permanencia", señala el comunicado conjunto, que acuerda también "un esquema de paridad en los órganos de gestión de la compañía".
"Quiero expresar mi gratitud a Carlos Slim y a su familia por su confianza en España, en FCC y sus trabajadores", afirmó Esther Koplowitz.
Carlos Slim, por su parte, expresó su "confianza en el futuro de España y de FCC" y manifestó su "aprecio y agradecimiento a Esther Koplowitz por su confianza".
Según el comunicado "la situación de FCC es, hoy, diametralmente diferente a la de hace apenas un año ya que, gracias a las gestiones desarrolladas por Esther Koplowitz y a su compromiso con el futuro de FCC, la empresa española no solo diversifica e internacionaliza su accionariado sino que, además, resuelve el último escollo para que FCC pueda proceder a la ampliación de capital y, con ella, acometer la estrategia de desarrollo anticipada en la Junta General Extraordinaria de Accionistas del pasado 20 de noviembre".
Según el diario económico español Expansión, "la empresaria española ha tenido que ceder a las presiones de sus acreedores (BBVA y Bankia) y ha tenido que sacrificar su posición de primer accionista a cambio de facilitar la ampliación de capital por la que FCC prevé captar 1.000 millones de euros".
El peso de Koplowitz en FCC se situará ahora en el 22,43%.
Expansión asegura que para Koplowitz "el acuerdo es vital", ya que la empresaria firmó unas condiciones con su acreedores en las que se comprometía "a refinanciar en condiciones favorables su deuda personal de 1.000 millones de euros a cambio de que la empresaria (en default desde septiembre) captase fondos con la venta de derechos en la ampliación de capital".
Koplowitz había intentado antes llegar a un acuerdo con el magnate George Soros.
