La presidenta Dilma Rousseff se reunió en la tarde del jueves con la nueva presidenta del Banco Santander, Ana Botín, en el Palacio del Planalto de Brasília y cerro un crédito por valor de 10.000 millones de dólares para labores de infraestructura.
Así lo confirmó Rousseff este viernes en el blog que mantiene en la red social Facebook donde insistió en las excelentes relaciones que la presidencia mantiene con el Banco Santander tanto con su filial brasileña como con su filial española, especialmente tras el controvertido análisis financiero que el Santander divulgó entre sus mejores clientes en Brasil recomendando el voto para la oposición en la generales de octubre.
"Brasil resulta estratégico para el Grupo Santander, solamente este año ya invertimos más de 4.000 millones y continuaremos invirtiendo, pues tenemos plena confianza en el desarrollo del país", declaró Ana Botín quien sucedió a su padre, Emilio Botín, tras su fallecimiento el pasado mes de septiembre.
Precisamente, el acuerdo de ayer amplió en otros 10.000 millones de dólares el acuerdo que Emilio Botín había anunciado el año pasado dentro del contexto de apoyo al Programa de Desarrollo de Infraestructura, por lo que en total el Santander aportará 20.000 millones de dólares a dicho programa.
Paralelamente, el aumento de la concesión de líneas de crédito y asesoría financiera para las pequeñas y medianas empresas de Brasil fue otro de los asuntos abordados en la reunión, los cuales Ana Botín consideró como "fundamentales para el desarrollo social y económico del país" y expresó la voluntad del Santander de "estar cada vez más próximos a ellas".
