Las medidas duras contra el tabaquismo impuestas en Brasil en 1989-2010 redujeron un 46% el número de fumadores y evitaron la muerte prematura de unas 420.000 personas, según un artículo publicado por al revista PLoS Medicine.
De acuerdo con el estudio encabezado por David Levy, de la Universidad de Georgetown, y sus colegas del Instituto Nacional del Cáncer en Río de Janeiro, el número de fumadores se redujo en el país gracias a un impuesto especial sobre los cigarrillos y las advertencias sanitarias en las cajetillas
Además, las medidas acompañadas de restricciones al consumo de tabaco en lugares públicos condujeron en 2010 al incremento del precio del cigarro en 130% en comparación con 1989.
Los investigadores que adaptaron en Brasil el modelo de evaluación computarizada SimSmoke, que permite simular la introducción de medidas restrictivas antitabaco y su impacto entre los fumadores, aseguraron que sin las medidas adoptadas, la reducción de fumadores para 2010 hubiera sido del 31%.
"De acuerdo con nuestras estimaciones, las medidas puestas en marcha desde 1989 hasta 2010, evitaron unas 420.000 muertes prematuras. Si se conserva el mismo orden esta cifra se elevará a 7 millones para 2050", aseguraron los autores.
El 48% de la reducción de fumadores se relaciona con el aumento de los impuestos y el costo de los cigarrillos, el 14% a las restricciones para fumar en lugares públicos y el 20% a las campañas antitabaco en los medios y la publicidad restringida de los productos del tabaco.
Los programas médicos para apoyar la deshabituación al tabaco y la prevención de sus riesgos provocaron una reducción del 10% y el 8% respectivamente.
En opinión de los investigadores, el ejemplo de Brasil demuestra que la "batalla contra el tabaco se puede ganar" sin recurrir a grandes gastos públicos y con el dividendo de reducir la mortalidad prematura.
En Rusia, el gobierno presentó ante la Duma de Estado un proyecto de ley antitabaco que establece la prohibición total de fumar en lugares públicos a partir del 1 enero de 2015.
