Un avión de pasajeros chino tuvo que retrasar el aterrizaje porque los controladores aéreos estaban dormidos cuando los pilotos se pusieron en contacto con la torre. El incidente, relatado por la prensa china, ha despertado el temor y la incredulidad en la opinión pública.
El vuelo MU 2528 de la compañía China Eastern Airlines que había partido desde Sanya (en la isla tropical de Hainan) se disponía a aterrizar en el aeropuerto de Wuhan (capital de la provincia central de Hubei), pero sus llamadas a la torre de control en busca de la confirmación quedaron sin contestar.
“Debido a que el personal de control aéreo estaba durmiendo durante su turno, el avión hubo de llamar en numerosas ocasiones. Pero no hubo contesta ni se pudo entablar contacto”, han señalado las autoridades aéreas a la prestigiosa publicación económica Caijing.
El avión, un Boeing 737, hubo de entrar en el circuito de espera y practicar maniobras de giro en los aledaños del aeropuerto durante doce minutos hasta recibir contacto de la torre. El incidente ocurrió el pasado 8 de julio pero no se ha sabido hasta hoy. La razón del silencio de los controladores fue descubierta en una investigación ordenada por Pekín. No ha trascendido si han sido castigados.
La administración aérea china ha señalado que la Oficina de Gestión de Seguridad Aérea de Hubei ha extremado la formación de su personal en cuestiones de seguridad para evitar que incidentes similares se repitan.
El suceso se ha extendido rápidamente por las redes sociales chinas, donde los internautas piden castigos severos al personal implicado y manifiestan su miedo por el accidente que podría haber ocurrido. China, un país aún en vías de desarrollo en muchas cuestiones y con una industria aérea cada vez más desarrollada, muestra un historial ejemplar de seguridad aérea.
