Los guardacostas que participan en la más vasta operación de socorrismo emprendida hoy después del terremoto del 11 de marzo, pasadas unas horas desde su comienzo detectaron a un perro sentado en el techo de una casa destruida que flotaba a la deriva, comunicó la agencia Kyodo.
El perro fue notado desde un helicóptero que sobrevolaba el territorio de la prefectura de Miyagi, noreste del país. Se supone que la casa fue destruida por el tsunami provocado por el seísmo.
Los socorristas no lograron levantar al can al bordo del helicóptero. Siempre que trataban engancharlo, el perro lo eludía, saltando a despojos que flotaban cerca. Al cabo de una hora, al animal se acercó una lancha. Poco después el perro, que ya se portó de un modo ejemplar, devoraba salchichas y biscochos en el bote de salvamento. Lamentablemente, su collar no lleva ninguna inscripción con señas del amo.
En esa operación que durará tres días participan efectivos de las fuerzas de autodefensa del Japón, militares de EEUU, guardias costeros, policías y bomberos del Japón. Hacia el final del día de hoy, del agua fueron sacados 32 cuerpos humanos.
Un terremoto de 9 grados de magnitud sacudió el pasado 11 de marzo la costa nordeste de Japón y causó un tsunami con olas de más de 10 metros. Según datos actualizados, el número de los muertos y los desaparecidos excede 28 mil.
El temblor provocó una serie de averías en la central nuclear de Fukushima-1, donde los fallos en el sistema de refrigeración originaron incendios y explosiones en varios reactores con las subsiguientes fugas de radiación. Las autoridades evacuaron a la población primero en un radio de 20 kilómetros en torno a la planta y luego ampliaron la zona de evacuación hasta 30 kilómetros.
