La compañía japonesa TEPCO, operadora de la siniestrada central nuclear de Fukushima-1, anunció que recubrirá tres de los seis reactores de la planta con láminas de poliéster para evitar una mayor dispersión de sustancias radiactivas en la atmósfera, informó hoy la cadena NHK.
De acuerdo con el plan de la empresa, serán recubiertos los reactores uno, tres y cuatro que sufrieron daños considerables a raíz de las explosiones de hidrógeno producidas en ellos. Según está previsto, las obras comenzarán ya este mes y finalizarán a finales de septiembre, y en total se emplearán 62 láminas especiales de poliéster de un milímetro de grosor.
La decisión de cubrir los reactores fue tomada por temor a que las lluvias intensas de los primeros meses de verano no sólo compliquen las labores en la planta, sino también provoquen una mayor dispersión de sustancias radiactivas que se mezclarán con la lluvia.
El fuerte seísmo y el posterior tsunami que azotaron la costa noreste de Japón el pasado 11 de marzo dejaron fuera de servicio los sistemas de refrigeración de la central Fukushima-1 lo que provocó explosiones en varios reactores y fugas radiactivas.
Ambas catástrofes naturales y el accidente en la planta obligaron a evacuar a un total de más de 120.000 personas, informó hoy el Gobierno nipón en el primer balance exacto de desalojados que se hace tras la tragedia.
La mayoría de estas personas, 41.000, están alojadas actualmente en los centros de acogida habilitados tras los desastres. Otros 32.000 evacuados encontraron techo en casa de sus familiares o amigos. En los hoteles se hospedaron 28.000 personas, mientras que 23.000 lo hicieron en viviendas temporales y sociales.
Por otro lado, la Policía japonesa informó haber encontrado 970 millones de yenes (más de US$12 millones) en metálico en los tres meses de desescombro tras el tsunami. La gran parte del dinero hallado estaba dentro de cajas fuertes caseras. Hasta el momento fueron identificados más del 85% de los propietarios del efectivo.
El balance actualizado del terremoto y el tsunami asciende a 15.400 muertos y 7.900 desaparecidos. Además, las pérdidas directas causadas a la economía japonesa es estiman en 25 billones de yenes (unos US$312.000 millones).
