El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, manifestó su consternación por la matanza ocurrida en la localidad siria de Tremseh y acusó al Gobierno sirio de violar el compromiso sobre el no uso de armas pesadas en localidades.
“Estoy conmocionado y consternado por las noticias procedentes de la aldea de Tremseh, cerca de Hama, por el número significativo de muertes y el uso confirmado de armas pesadas, como artillería, tanques y helicópteros”, dijo Annan en un comunicado.
Destacó que el uso de armamento pesado significa una violación por parte del gobierno de Bashar Asad que se comprometió a no usarlo en las localidades.
“El Gobierno (de Siria) incumplió su compromiso de cesar el uso de armas pesadas en las localidades y atenerse al plan (de paz) de seis puntos”, deploró Annan.
Destacó que ahora es “más importante que nunca” que los gobiernos que tengan cierta influencia en Siria “la ejerzan de forma más efectiva” para garantizar el fin de la violencia en el país árabe.
Asimismo, señaló que la misión de observadores de la ONU (UNSMIS), desplegada en Siria, está dispuesta a llegar al lugar de los hechos para comprobar lo ocurrido, “siempre y cuando las circunstancias lo permitan”; y advirtió que la libertad de circulación de los observadores debe ser respetada.
La víspera tuvo lugar en la provincia central de Hama una nueva matanza, la peor durante los 16 meses de conflicto en Siria, en la que al menos 100 personas murieron.
Según la prensa local, fueron unos guerrilleros armados los que irrumpieron en Tremseh, quemaron casas y asesinaron a sus habitantes. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, la localidad fue atacada por el Ejército sirio y no rebeldes armados.
Además, esta ONG asegura que el número de muertos supera los 220 y no 100 como informa la prensa siria.
Los enfrentamientos armados entre las fuerzas leales al presidente Bashar Asad y de la oposición causaron en Siria más de 10.000 muertos desde marzo de 2011, según estimaciones de la ONU.
A mediados de abril pasado, el primer grupo de observadores de la ONU llegó al país árabe para controlar el alto el fuego declarado como parte del plan de paz de Kofi Annan.
El jefe de la UNSMIS anunció el pasado 16 de junio que los observadores internacionales suspenden su labor “hasta ulterior aviso” debido a la escalada de violencia en Siria.
