La presión del narcotráfico afgano sobre Rusia no disminuirá en los próximos años, declaró hoy el subdirector del Servicio ruso de Control de Drogas (FSKN), Nikolái Tsvetkov.
“La presión que estamos experimentando por parte de Afganistán no disminuirá. El país seguirá produciendo estupefacientes fuertes de origen vegetal, sobre todo la heroína y el hachís”, dijo.
El mercado ruso es y seguirá siendo uno de los principales para los narcotraficantes afganos, señaló.
Según el funcionario, Rusia registra una diminución del consumo de narcóticos, especialmente entre los adolescentes. Se redujeron los casos de muerte entre los drogadictos de 15 a 34 años de edad.
“Actualmente, al año mueren al menos 100 mil personas de esas edad. No es el mejor indicador, en comparación con otros países. Pero hace unos tres o cuatro años, teníamos cerca de 140 mil de tales muertes al año”, informó.
El FSKN estima en 20.000 millones de dólares el comercio ilegal de drogas en la “ruta norte”, que va desde Afganistán hacia los países de Europa a través de Asia Central y Rusia.
La producción de estupefacientes en Afganistán aumentó en 40 veces en los últimos diez años. El país ocupó el primer lugar en el mundo en la producción de hachís en 2010. Sus plantaciones de adormidera ocupan 130 mil hectáreas actualmente.
