Las divagaciones sobre el derrocamiento del Gobierno en Siria pueden prolongar aún más el derramamiento de sangre en este país, declaró hoy el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov.
"Es una ilusión pensar que se puede resolverlo todo con el derrocamiento del Gobierno (sirio). Pues no, en este caso se prolongará aún más el derramamiento de sangre", dijo Lavrov tras reunirse con su homólogo francés, Laurent Fabius.
El canciller ruso señaló que el conflicto en Siria no tiene solución militar. "Coincidimos (con la parte francesa) en que no existe salida militar a la situación en el país árabe", apuntó.
Declaró que Rusia y Francia no quieren la desintegración de Siria ni la consiguiente propagación del terrorismo en la región.
"Los dos países consideramos inadmisible la desintegración de Siria por rivalidades étnicas o religiosas, ni queremos que el escenario libio se repita en Siria con la indeseada expansión del terrorismo", dijo Lavrov.
A su vez, su homólogo de Francia, Laurent Fabius, comentó que París y Moscú mantienen posturas muy próximas sobre las posibles vías de solución al conflicto en Siria y que las diferencias que existen sólo tienen que ver con el destino del presidente sirio, Bashar Al Asad.
"Hay ciertas diferencias en los enfoques porque mientras Asad sigue en el poder, no sabemos cómo entablar las negociaciones (sobre el Gobierno de transición). Pero en lo que respecta a los deseos de lograr un cese del fuego y poner fin al conflicto, nuestras posturas coinciden plenamente", expresó el ministro francés.
Desde marzo de 2011, Siria está sumida en un conflicto que se cobró unas 30.000 vidas, según datos de la ONU. Las autoridades sirias declaran que se ven obligadas a luchar contra grupos de la oposición bien armados que reciben apoyo desde el exterior.
