El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia declaró hoy que se siente alarmado por nuevos choques entre diversas confesiones en el Líbano y al mismo tiempo apoyó los esfuerzos de las autoridades del país por normalizar la situación.
“Moscú siente inquietud ante el nuevo agravamiento de la situación en el Líbano. Apoyamos los esfuerzos de los dirigentes libaneses por impedir la escalada de la violencia y resolver problemas en el marco de las normas legales, por medio de celebrar consultas y sostener diálogo entre todas las fuerzas del país, sin injerencia foránea”, señaló la cancillería.
También dijo que la táctica elegida por las autoridades del Líbano permite fortalecer la soberanía del país y garantizar el respeto a los intereses a cada uno de sus grupos religiosos.
Los enfrentamientos armados entre los sunitas y los alauitas ocurridos el martes pasado en la ciudad de Trípoli, norte del país, causaron la muerte de dos personas, más de una decena recibieron heridas.
Los choques estallaron al conocerse la muerte en Siria de 17 islamistas procedentes de esa ciudad libanesa, que querían combatir del lado de la oposición siria. Apenas el grupo cruzó la frontera el 30 de noviembre, cayó en una emboscada y fue liquidado con el fuego del Ejército sirio. El Gobierno del Líbano pidió a Damasco entregar los cuerpos de los abatidos.
