Los blancos dejarán de ser la mayoría de la población estadounidense hacia el año 2043, pronosticó la Oficina del Censo de EEUU, citada hoy por medios noticiosos.
Los blancos serán desplazados, en primer lugar, por los descendientes de los inmigrantes latinoamericanos que llegaron a EEUU en la década del 90 y comienzos de los años 2000 y tienen una tasa de natalidad muy alta.
En 1960, los blancos constituyeron el 85% de la población. Su porcentaje empezó a disminuir tras la aprobación de la nueva legislación migratoria en 1965, que abrió las puertas del país ante los oriundos de América Latina y Asia. Hacia el año 2000, los blancos ya constituían el 69%. Actualmente, son un 64% de la población estadounidense de casi 315 millones de personas.
Los niños procedentes de las minorías étnicas predominarán ya en 2019. El proceso comenzó en 2011, cuando los niños menores de un año nacidos en familias de los inmigrantes superaron en número a sus coetáneos blancos.
Según pronósticos, la población blanca no hispana alcanzará su número máximo, de 200 millones de personas, hacia 2024, y luego empezará a decrecer.
En 2060, la población de EEUU será de 420,3 millones en total: el 43% de los blancos; el 31% de los hispanos; el 14,7% de los afroamericanos, y el 8% de los asiáticos.
Los cambios demográficos impactan en la política del país. Barack Obama obtuvo la victoria en las últimas elecciones presidenciales en buen grado gracias al apoyo del 78% de la población no blanca, a la que correspondió el 28% del electorado.
