El presidente de la Unión Africana (UA), Boni Yayi, llamó anoche a la OTAN a enviar tropas a Malí para su participación en la intervención militar autorizada por la ONU contra los grupos separatistas e islamistas que controlan el norte del país africano.
“Se trata de un problema que no es sólo de África. Es un problema mundial e internacional. La OTAN debería intervenir en la operación”, declaró anoche Yayi citado por agencias internacionales.
El mismo martes, Stephen Harper, primer ministro de uno de los países aliados, Canadá, afirmó que su Gobierno no prevé enviar soldados canadienses a Malí.
El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó el mes pasado el envío de 3.300 militares de países africanos (AFISMA) a Malí. De acuerdo a la resolución aprobada, los “cascos azules”, que permanecerán en el país africano durante un año, colaborarán con el Gobierno maliense para remodelar el sistema de Defensa y los cuerpos de seguridad, recuperar de la normalidad en el norte controlado por los grupos terroristas y atender a los más desfavorecidos.
La situación en Malí se agravó tras el derrocamiento del régimen de Muamar Gadafi en Libia. El éxodo de las tribus tuaregs que gozaban de la protección por parte del exlíder libio, provocó una guerra separatista y el surgimiento en abril pasado del Estado autoproclamado de Azawad, que ocupa dos tercios del territorio nacional.
Anteriormente, el Consejo de Seguridad exhortó al Gobierno de transición de Malí, a los rebeldes y a los representantes legítimos del norte ocupado por los insurgentes a entablar las negociaciones para conseguir el arreglo político respetando la soberanía y la integridad territorial del país. Además, instó a los rebeldes a romper todos los vínculos con organizaciones terroristas.
