Al menos 23 personas murieron y otras 226 resultaron heridas en una nueva cadena de atentados que sacudió Irak la mañana de este miércoles, informaron fuentes sanitarias y de seguridad citadas por medios internacionales.
El ataque más sangriento ocurrió en Kirkuk, capital de la autonomía kurda en el norte de país, donde un terrorista suicida accionó un coche bomba matando al menos a 16 personas e hiriendo a otras 190. La explosión tuvo lugar frente a la sede del Partido Democrático del Kurdistán del líder de la región, Masud Barzani.
En otra ciudad kurda, Tuz Khurmatu, un coche bomba fue detonado frente a la oficina de la Unión Patriótica del Kurdistán, ocasionado dos muertos y más de 30 heridos. Además, a consecuencia de tres atentados murieron cinco personas en la capital iraquí, Bagdad.
Los ataques se producen en vísperas probables negociaciones entre el Gobierno central iraquí y las autoridades de la región para aliviar tensiones a causa de la disputa por los campos petroleros y zonas como Kirkuk.
Por el momento, ningún grupo ha reclamado la autoría de esta nueva ola de violencia en un país donde la célula iraquí de Al Qaeda junto con otras milicias sunitas perpetra atentados con frecuencia para desestabilizar al Gobierno chiíta y volcar a Irak hacia una guerra sectaria similar a la que se vivió entre 2005 y 2008.
Entretanto, un alto diplomático citado por la agencia iraní Mehr afirmó recientemente que EEUU considera la división de Irak como la mejor solución a su actual crisis. Según la fuente, esta opción se trató en una reunión secreta entre funcionarios estadounidenses y políticos iraquíes, que debatieron proclamar la independencia de las provincias de Al-Anbar, Mosul, Saladin y Diyala. También se analizó la proclamación de Kirkuk como zona especial, agregó.
A su vez, una fuente de la Alianza Unida Iraquí afirmó que los asistentes al encuentro analizaron la implementación de un plan del vicepresidente de EEUU, Joe Biden, para dividir Irak.
