El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, declaró hoy que el Vaticano niega decididamente que el nuevo pontífice, Francisco, haya colaborado con la junta militar argentina que gobernó de 1976 a 1983.
“Las afirmaciones sobre el vínculo del papa con la junta militar proceden de las fuerzas anticlericales de izquierda”, dijo.
El cardenal argentino Jorge Bergoglio, de 76 años, fue elegido papa de la Iglesia Católica el miércoles pasado en el cónclave cardenalicio celebrado en el Vaticano el 12 y el 13 de marzo. Convertido en pontífice número 266, Bergoglio tomó el nombre de Francisco.
Algunas personalidades públicas de Argentina imputan a Francisco la falta de dureza en su actitud hacia la dictadura militar. Otras más radicales afirman que “colaboró” con la junta.
La prensa del país menciona con frecuencia testimonios de dos sacerdotes jesuitas torturados en 1976. Uno de ellos afirmó que los había delatado Bergoglio. Otro sacerdote lo confirmó en un libró que escribiría más tarde.
Pero todas las fuentes coinciden al mismo tiempo en que ambos fueron liberados gracias a la intercesión de unos jerarcas de la Iglesia, incluido Bergoglio.
