El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó hoy a restablecer el orden constitucional en la República Centroafricana, donde los rebeldes tomaron la capital, Bangui, y el presidente de la nación, Francois Bozizé, abandonó el país.
“Ban Ki-moon condenó la toma del poder por los rebeldes y reiteró que los acuerdos de Libreville, aprobados por los jefes de Estado y Gobierno de la Comunidad Económica de los Estados de África Central siguen siendo el marco más viable para asegurar una paz duradera y la estabilidad en el país”, informó el portavoz del secretario general, Martin Nesirky.
Las autoridades de la República Centroafricana y representantes de la oposición política, incluidos los grupos armados Seleka, firmaron el 11 de enero pasado en la capital de Gabón, Libreville, un convenio, conforme al cual el presidente Bozizé tenía que seguir en su puesto y como primer ministro fue nombrado Nicolas Tiangaye, representante de la oposición.
Según unos medios, el líder de la coalición rebelde Seleka, Michel Djotodia, se proclamó nuevo presidente de la república. Dijo que Tiangaye seguirá en su puesto y prometió organizar elecciones “libres y transparentes” en el transcurso de tres años.
Ban Ki-moon expresó inquietud por la seria violación de los derechos humanos en la República Centroafricana. Dijo que los responsables de esos delitos deben ser castigados, agregó Nesirky.